En muchas pequeñas y medianas empresas suele pasar que surgen desacuerdos sobre el número de horas trabajadas y, naturalmente, también sobre la remuneración económica que se recibe. Las horas extra, los fines de semana, las vacaciones, las licencias por enfermedad, los viajes de negocios... todo esto requiere de llevar un registro preciso del tiempo trabajado. Y si la empresa se decide a llevar un registro y control del tiempo invertido en los clientes, proyectos y tareas, de pronto la carga administrativa que esto implica puede convertirse en algo casi que insostenible. Sin embargo, solo registrar el tiempo de trabajo no basta. El desconocimiento de la cantidad exacta de horas trabajadas (productivamente), es un problema con el que a menudo se enfrentan las empresas y que suele conllevar problemas con los empleados, con los clientes y llevar a una mala planificación, al incumplimiento de términos y, en consecuencia, a la pérdida de ganancias. Por esta razón es imprescindible l